El sábado 6 de septiembre nuestra Diócesis de Avellaneda-Lanús peregrinó a la Basílica y Santuario de Nuestra Señora de Luján, como “Peregrinos de esperanza”, para llevar a los pies de la Patrona de Argentina, sus intenciones y agradecimientos.
El Padre Obispo Marcelo (Maxi) Margni recordó al Cardenal Pironio y al Papa Francisco y rezó por León XIV. Además, invitó a la comunidad diocesana a prepararse para las celebraciones de la Fiesta diocesana y de los aniversarios de la diócesis que se celebrarán en 2026.
Homilía en la Peregrinación Diocesana a Luján
Queridos hermanos y hermanas:
Hoy llegamos como pueblo de Dios al Santuario de Luján, casa de nuestra Madre y Patrona de la Argentina. Este año peregrinamos en el marco del Jubileo 2025 con el lema “Peregrinos de Esperanza”.
Y la Palabra de Dios que hemos escuchado nos abre a este misterio de la esperanza. Isaías anuncia que “el desierto florecerá” y que “Dios mismo viene a salvarnos”. El Magníficat de María canta la fidelidad de Dios que derriba a los poderosos y exalta a los humildes. Y en el Evangelio vemos a María al pie de la Cruz, recibiendo de Jesús una nueva misión: ser Madre de todos los discípulos. Aquí, en Luján, también nosotros escuchamos esa voz de Jesús: “Aquí tienes a tu Madre”. Y ella es la Madre de la Esperanza.
La esperanza es don de Dios, pero también tarea nuestra. El Beato cardenal Eduardo Pironio, profeta de la esperanza, cuyos restos descansan en este Santuario, nos recordaba que un pueblo sin esperanza es un pueblo que se enferma. Hoy venimos a pedirle a la Virgen que cure nuestras esperanzas debilitadas, que fortalezca los brazos cansados y renueve la alegría de caminar juntos como Iglesia diocesana.
Muchos años atrás, el Cardenal Bergoglio, en este mismo santuario, le decía a la Virgen unas palabras que también podemos hacer nuestras hoy: “Madre, fortalecenos la esperanza. Que no nos roben la esperanza. Madre querida: no nos sueltes de tu mano. Te lo pide todo éste tu pueblo: no nos sueltes de tu mano… ¡Que tu mirada fortaleza la esperanza!”. Recordamos con emoción estas palabras en esta peregrinación, la primera desde la Pascua de nuestro querido Francisco. En este lugar tan amado por él, confiando su legado a la Virgen, queremos dar gracias por el testimonio del Papa argentino, que nos enseñó a vivir la cercanía, la misericordia y la ternura. Y también queremos rezar por el pontificado del nuevo Papa León XIV, que fue elegido precisamente el día de Nuestra Señora de Luján, para que el Espíritu lo guíe en el servicio a toda la Iglesia.
Nuestra oración hoy se une también al camino de todo nuestro pueblo argentino. Mañana, domingo 7 de septiembre, habrá elecciones en la provincia de Buenos Aires. Ponemos en manos de la Virgen la salud democrática y la paz social de nuestra Patria, para que podamos elegir con libertad, responsabilidad y fraternidad, buscando siempre el bien común y la dignidad de todos.
Como diócesis, estamos preparando la Fiesta Diocesana del próximo sábado 18 de octubre que celebraremos, en el marco del Jubileo, en el polideportivo Delfo Cabrera de Avellaneda, con el lema “Animados por el amor, llamados a la acción”. ¡Todos estamos convocados, porque queremos que sea una fiesta de todos!
Y también miramos ya hacia un aniversario muy especial: en 2026 celebraremos los 25 años de la diócesis de Avellaneda–Lanús (24 de abril de 2001) y también los 65 años de la creación original de la diócesis (10 de abril de 1961). Lo haremos en la tarde del sábado 6 de junio de 2026, en la víspera de la fiesta de Corpus Christi. Todo esto lo ponemos hoy bajo el manto de Nuestra Señora de Luján, para que sigamos creciendo como Iglesia que peregrina unida, esperanzada y fraterna.
Queridos hermanos, que María nos enseñe a vivir como ella: confiados en las promesas de Dios, disponibles para el servicio, abiertos a la esperanza que no defrauda. Confiemos nuestro camino personal, diocesano y nacional a su corazón materno. Y como discípulos de Jesús, recibámosla hoy nuevamente en nuestra casa y en nuestra vida. Amén.
☩ Padre Obispo Marcelo (Maxi) Margni
Obispo de Avellaneda-Lanús