La noche del jueves 14 de agosto quedará grabada en la memoria de la comunidad de Avellaneda como un momento de profunda emoción y encuentro. Tras más de tres meses de trabajo intenso, se llevó a cabo la solemne inauguración y bendición de las obras de restauración de la Iglesia Catedral, gracias al apoyo del Municipio de Avellaneda.









El acto contó con la presencia del Padre Obispo Maxi Margni, del párroco de la Catedral, P. Gabriel Favero, del intendente Ing. Jorge Ferraresi y de la intendenta interina Arq. Magdalena Sierra. Las puertas del templo se abrieron nuevamente para recibir a una multitud de fieles que participaron de una ceremonia cargada de espiritualidad, acompañada por la música del Ensayo Coral de Avellaneda.
Durante su mensaje, el Padre Obispo Maxi destacó el valor de la Catedral como espacio sagrado y símbolo de fe para el pueblo:
“Una fe que hemos de cuidar, ya que en tiempos difíciles es lo que puede salvarnos de tanta guerra entre nosotros”.
Con palabras profundas, expresó su deseo de que este templo renovado se convierta en un faro de paz para toda la diócesis de Avellaneda-Lanús:
“Que esta mesa, en el centro de este bendito templo, se convierta en alimento para nutrir nuestra vida, medicina para nuestras heridas, y fuente de solidaridad”.
Por su parte, el Padre Gabriel Favero subrayó el valor patrimonial de la Catedral:
“No es sólo de la Iglesia, sino que es la casa de todos, parte de nuestro patrimonio local, un símbolo que nos pertenece como comunidad”.
La intendenta interina Magdalena Sierra también compartió su emoción, agradeciendo a quienes hicieron posible la restauración y destacando el compromiso del municipio con la preservación de los espacios históricos y espirituales de la ciudad.
La jornada concluyó con la bendición de un mosaico del Beato Eduardo Pironio en el patio de la Catedral, junto a una placa conmemorativa que celebra este nuevo capítulo en la historia del templo.