La UNQ lidera una mesa de trabajo nacional sobre métodos alternativos para estudios toxicológicos

Ejemplares de pez cebra, modelo utilizado para estudiar la toxicidad de nuevos fármacos

Los desarrollos farmacológicos impulsados por universidades y empresas deben ser evaluados para determinar su seguridad, principalmente a partir del análisis de su toxicidad. En la mayoría de estos estudios, los animales ocupan un papel central. Sin embargo, numerosos integrantes de la comunidad científica buscan reducir o reemplazar su uso. En esta línea, la Universidad Nacional de Quilmes integra una mesa de trabajo orientada a promover el modelo del pez cebra como herramienta para la determinación de toxicidad. Este enfoque, alternativo al uso de roedores, se presenta como una opción prometedora en la que Argentina busca posicionarse como referente en la región. La UNQ cuenta con un acuario que alberga la plataforma Zebratox, especializada en el modelo de pez cebra y aprobada por la Administración Nacional de Medicamentos, Alimentos y Tecnología Médica (mejor conocida como ANMAT) en 2024.

La directora del acuario, la científica Jimena Prieto, dialoga con la Agencia de Noticias Científicas de la UNQ sobre la relevancia de esta mesa de trabajo, que también cuenta con la participación de la ANMAT y la Farmacopea Argentina: un organismo técnico oficial que establece las normas para la preparación, el análisis y el control de los productos farmacéuticos, con el fin de garantizar su seguridad y eficacia.

“A nivel nacional, esta iniciativa posiciona a Argentina como pionera en América Latina en la incorporación de métodos alternativos al uso de animales en estudios toxicológicos. La ANMAT brinda el marco legal, mientras que la Farmacopea Argentina establece el marco protocolar. Se trata del primer método alternativo aprobado para la evaluación toxicológica sin el uso de animales. En estos ensayos se emplean embriones de pez cebra, que, al utilizarse durante sus primeras horas de desarrollo, no se consideran organismos completos y, además, no pertenecen al grupo de los mamíferos”, explica la especialista.

En 2024, la ANMAT aprobó la metodología implementada por la plataforma Zebratox en el acuario de la Universidad Nacional de Quilmes. Dicha metodología consiste en estudios toxicológicos realizados en embriones de pez cebra, convirtiendo a este acuario en el primer establecimiento aprobado por el ente regulatorio para este tipo de investigaciones. “Desde el acuario de la Universidad contribuimos con el desarrollo del procedimiento para los estudios toxicológicos en embriones de pez cebra”, detalla Prieto, y agrega que la mesa de trabajo tiene una relevancia fundamental, ya que “permitirá incorporar estos métodos en la Farmacopea Argentina como protocolo oficial de referencia para estudios toxicológicos en todo el país“.

Esta iniciativa también posiciona a la UNQ como experta en métodos alternativos, en particular con el modelo pez cebra. “Pasamos de tener el primer acuario y el único del país aprobado por Anmat a estar en una mesa de trabajo incorporando estos métodos para que puedan utilizarse a nivel nacional en empresas y otras universidades”, enumera Prieto.

Los beneficios que brinda la inclusión de estos protocolos en la Farmacopea es que tanto las empresas como las universidades que quieran determinar toxicidad, de ambiente, del agua, de suelos, lo puedan hacer con métodos alternativos. Más allá de evitar la utilización de mamíferos en este tipo de ensayos, los beneficios radican en que los tiempos son más cortos y los costos menores. “Es una cuestión de ética, pero también de economía”, sintetiza la referente.

Prieto también cuenta que la mesa de trabajo que se forma entre Anmat, Farmacopea y la UNQ convocará a otros expertos para evaluar los lineamientos. Más adelante, se abrirá al público para recopilar e incorporar las perspectivas a partir de distintos foros. “La idea es comenzar con los embriones de peces cebra, pero también el objetivo es avanzar con otros modelos para disminuir el uso de mamíferos de forma paulatina”, apunta.

Por Nadia Chiaramoni