(De izq. a der.) Gustavo Demartin, profesor de la UNQ, Bárbara Brea, docente de la UNAJ, y Luis Ortiz, otro ganador del premio. Créditos: Demartin.
Las viviendas sociales son complejos de hogares, generalmente subsidiados por el Estado, destinados a personas o familias de bajos ingresos que no pueden acceder al mercado inmobiliario. El objetivo es otorgar, a través de políticas públicas, hogares seguros a quienes viven en situación de vulnerabilidad. Desde la Universidad Nacional de Quilmes, Gustavo de Martin, junto con Bárbara Brea de la Universidad Nacional Arturo Jauretche, estudian cómo mejorar la gestión de energía en estos complejos ubicados en Quilmes, Berazategui y Florencio Varela. Por ejemplo, analizan el aislamiento térmico de los hogares para no ser afectados por la humedad, el ambiente en donde son construidos y las necesidades que tienen las familias. Así, recibieron un premio otorgado durante la X Semana de la Energía, organizada por la Organización de Energía (Olade), el evento más relevante del sector energético en América Latina y el Caribe.
En diálogo con la Agencia de Noticias Científicas de la UNQ, Gustavo Demartin explica: “Son políticas que mejoran la calidad de vida de la gente, pero con una vuelta de rosca pueden ser aún mejores. Se trata de viviendas estándar y se colocan las mismas en La Quiaca, el conurbano bonaerense o Santa Cruz. El problema es que muchas veces no contemplan cuestiones de energía, sociales o ambientales”. Según detalla el docente de la UNQ, su investigación consistió en indagar por qué el diseño de estos espacios no tienen en cuenta cuestiones de seguridad, movilidad o la importancia de manejar mejor la energía.
Así lo describe: “Hay un montón de dificultades en nuestro territorio que no son las mismas que las de otro lugar, por ejemplo la humedad. Se debe ver con qué materiales se construye para que no haya problemas, así como también evaluar la cantidad de energía que consume ese hogar, la cuestión hídrica, es decir, si es factible o no la recolección de agua. Lo que hicimos fue un análisis de carácter sustentable y ambiental para mejorar el espacio del hábitat”.
Este estudio fue premiado por el aporte interdisciplinario del proyecto, desarrollado en el marco del Doctorado en Estudios del Conurbano que lleva a cabo la Universidad Nacional Arturo Jauretche y donde los docentes cursan la etapa final de su tesis. El galardón se otorgó durante la X Semana de la Energía, que se llevó a cabo del 30 de septiembre al 3 de octubre en Santiago de Chile. El objetivo de la convocatoria fue fomentar la difusión del conocimiento, el intercambio de ideas y la reflexión crítica sobre los retos y oportunidades que surgen de la transición energética, con especial atención a las tecnologías emergentes, como la inteligencia artificial y la digitalización, y su impacto en los modelos educativos.
La investigación se centró en barrios de Florencio Varela, Quilmes y Berazategui; los docentes de las universidades dialogaron con las familias sobre qué problemas afrontaban y qué necesidades tenían. Demartin ejemplifica que en el barrio Kennedy, ubicado en Berazategui y atravesado por el arroyo Las conchitas, hubo hasta hace poco un asentamiento que llevaba ahí más de treinta años.
“Alrededor de 100 familias fueron trasladadas a un complejo habitacional cerca de allí, pero se enfrentan a problemas de inundación cada vez que crece el arroyo. Además, las casas se encuentran detrás de la industria de Coca Cola por lo que el complejo es atravesado por cables de alta tensión. Estas problemáticas las relevamos gracias a la misma gente que nos contó e hicimos informes para poner a disposición y que se mejoren las políticas públicas en función de una referencia real”, manifiesta Demartin ante la Agencia.
La investigación no sólo fue premiada por su carácter innovador, sino que será publicada, tras revisión de pares, en la Revista “Enerlac” de Energía de Latinoamérica y el Caribe.




