Hace un año Ema Bondaruk, una adolescente de 16 años de la localidad de Longchamps, se quitó la vida luego de que un compañero de colegio difundiera fotos íntimas sin su consentimiento. Hoy, junto con organizaciones y funcionarias políticas de Unión por la Patria, su mamá Laura Sánchez impulsa la Ley Ema, que incluye una guía de acceso gratuito y online para abordar la violencia digital en las escuelas. Pensado para docentes, no docentes, familias y estudiantes, la guía propone herramientas para actuar ante casos de difusión de contenido íntimo, de reparación y otra información como leyes nacionales y tratados internacionales.
“En agosto del año pasado partió Ema y en octubre comenzamos a pensar esta guía. En aquel momento tenía un dolor lacerante, pero me dí cuenta que el paso de Ema durante 16 años por este mundo y por mi vida no podía terminar ahí”, recuerda Laura Sánchez a la Agencia de Noticias Científicas de la UNQ. Y agrega: “Recibí una catarata de mensajes de madres y docentes que me decían que no sabían que existía la violencia digital de género, como yo. Le pasa a muchísimas mujeres, por suerte no todas terminan con un trágico final, pero el daño psicológico es irreparable. No le tiene que pasar a nadie más”.
La guía se centra principalmente en un tipo específico de violencia digital de género: la difusión de imágenes íntimas sin consentimiento. Para ello, aporta conceptos novedosos y estrategias, como el de “ciudadanía digital” al entender que todo lo que sucede en el plano virtual también ocurre en el tangible: todo es real e igual de importante. También, aborda los marcos normativos vigentes y los tratados internacionales.
Así, el proyecto de ley Ema, junto con la herramienta, busca responder una demanda concreta: cómo la comunidad educativa debe actuar ante un caso de violencia digital y cómo acompañar a los y las estudiantes. Según define el proyecto, la violencia digital es toda conducta, acción u omisión que sea cometida o agravada con el uso de tecnologías con el objeto de causar daños físicos, psicológicos, económicos, sexuales o morales tanto en el ámbito privado como en el público.
Se contempla, por ejemplo, la reproducción, comercialización, y difusión, sin consentimiento del titular de la imagen, de material digital íntimo sexual, erótico o de desnudez, real o editado. También, comprende la reproducción en el espacio digital de discursos de odio misóginos y patrones estereotipados sexistas, o situaciones de acoso, amenaza o extorsión digital, control o espionaje de la actividad virtual.
Esto es fundamental si se tiene en cuenta que, según Amnistía Internacional, una de cada tres mujeres sufrió violencia en las redes sociales y el 59 por ciento recibió mensajes sexuales y misóginos. Asimismo, el 70 por ciento que sufrió abuso o acoso online hizo cambios en la forma en que usa las plataformas y el 36 por ciento dejó de publicar o compartir contenidos que expresaban su posición sobre ciertos temas.
El foco en la escolaridad
De esta manera, el proyecto de ley propone en primer lugar crear el Programa Nacional de Prevención y Abordaje Integral de la Violencia Digital en Ámbitos Educativos. El objetivo es establecer políticas públicas, acciones y herramientas que promuevan el derecho a la educación digital libre de violencias. A su vez, busca alcanzar a todos los estudiantes, docentes y familias que forman parte de establecimientos comprendidos en el Sistema Educativo Nacional.
“Es una ley pensada exclusivamente para el ámbito escolar y para adolescentes pares. Después, existen otras leyes como la Ley Olimpia y la Ley Belén. La primera está vigente y, a la normativa que ya tenemos de violencias contra la mujer, le suma una nueva que sucede en entornos digitales. En tanto que, la Ley Belén aún no está vigente y busca modificar el Código Penal para que se condene a quienes compartan o distribuyan contenido íntimo sin consentimiento”, relata Milagros Schroder, coordinadora en el área de Educación en Faro Digital, a la Agencia.
Tanto el proyecto como la guía fueron presentados en la Cámara de Diputados por iniciativa de la diputada Mónica Macha, Olimpia Coral Melo, referente mexicana en la lucha contra la violencia digital e impulsora de la Ley Olimpia; y Laura Sánchez. Mientras el proyecto atraviesa todas las instancias burocráticas de una posible nueva normativa, la guía ya está de acceso libre y gratuito en la web de Faro Digital y de Gentic, dos de las organizaciones encargadas de llevarla adelante.
Schroder comenta: “La mayoría de los casos donde se difunden imágenes son de mujeres y es únicamente por su condición de ser mujeres. En la guía abordamos por qué esto es una violencia de género, qué tiene que ver con los estereotipos femeninos y masculinos y con la hipersexualización. También, estamos abiertos a que la gente envíe sus recomendaciones para la guía ya que es una herramienta en construcción”.
La guía fue elaborada por la familia de Ema Bondaruk, junto con las organizaciones Faro Digital, Ley Olimpia Argentina, Gentic, Defensoras Digitales de México, Fundación Encuentro por la Participación Ciudadana y la Ampliación de Derechos, y los Despachos de la Diputada Nacional Mónica Macha y la Senadora Provincial Laura Clark.